martes, 9 de diciembre de 2008

Aristoteles & Jean Piget

Autores:
Nelo Blanca
Evelin Espinoza
Paola Rojas
Gonzalez Hitsen



Introducción:

En las ideas fundamentales que trata Aristóteles en este fragmento de su obra, se observa una preocupación acerca de la sabiduría y de la experiencia, como si quisiera discernir cual de las dos es más importante. También habla de la necesidad de reconocer la propia ignorancia para comenzar a filosofar, así como también, y en un tono más metafísico, establece la ciencia de las cuatro causas.


Aristóteles:

“Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber". Con estas palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles. Ese deseo de saber culmina en la adquisición de la sabiduría que consiste, para Aristóteles, en el conocimiento de las causas y los principios del ser. Y ese conocimiento es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras causas y principios del ser, el conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la realidad. La Metafísica ciencia de todos los hombres que desean saber. Para Aristóteles el saber es algo que adoptamos por simple naturaleza y causa que justifique esto es el eterno amor que presentamos ante los sentidos, que amamos a causa de sí mismos, sin hacer reflexión de la utilidad que contienen en realidad.

Aristóteles también nos habla del arte. Ahora con esta palabra nos referirnos a la producción de objetos estéticos, sin embargo, en el mundo griego este término tenía un significado más general: se utilizaba para designar toda capacidad productiva, tanto la que genera objetos estéticos como la que produce objetos meramente útiles, independientemente de si poseen o no valor estético. En nuestro lenguaje encontramos un residuo de esta concepción en palabras como "artefacto", "artificial", "artesano". El arte es semejante a la experiencia, peor para hablar del arte debe haber primeramente una experiencia, si no es así no podemos hablar de arte, porque el arte nos llega a nosotros a través de esa experiencia que tenemos inicialmente.

Cuando nos referimos a sus ideas filosóficas en torno a las bellas artes sobre las que reflexiona: artes visuales (pintura, escultura, arquitectura), artes literarias (épica, lírica, poesía dramática) y artes con intervención musical (danza y canto). Aristóteles no les asigna un nombre especial; para él, entran en el concepto más genérico de "destreza" (tecne), que incluye cualquier clase de destreza, manual o de otro tipo, desde la habilidad en el trabajo de la madera a la habilidad política. Las habilidades se dividen en "adquisitivas" y "productivas", subdividiéndose estas últimas en: 1) productivas de objetos reales, tanto de origen humano como divino (plantas y elementos hechos por los dioses, casas y cuchillos hechos por los hombres), y 2) productivas de "imágenes" (eidola), que también pueden ser humanas o divinas (reflexiones y sueños de los dioses, realizaciones pictóricas de los hombres). Las imágenes, que imitan pero no pueden desempeñar la función de sus originales.
Grados de Conocimientos:

Filosofía teórica:
La Metafísica o, más propiamente dicho, la Filosofía Primera, es la ciencia del ente en cuanto tal. Es decir, aunque todas las ciencias giran en torno al ser, las otras ciencias se ocupan sólo de parte de la realidad, mientras que esta ciencia contempla toda la realidad; las otras ciencias buscan las causas próximas y particulares, mientras que esta ciencia busca la causa última y universal; las otras ciencias estudian el ser en su determinación inferior (cantidad, movimiento, etc) mientras que esta ciencia estudia el ente en cuanto tal, es decir, en su más alta determinación (sustancia, causa, bondad, etc.). Los matemáticos afirman que un objeto entra dentro del campo de estudio de su ciencia si es circular o cuadrado, o provisto de cantidad de cualquier otra forma. De manera similar, el físico reclama para su ciencia todo aquello que esté dotado de movimiento. Para el metafísico es suficiente que el objeto en cuestión sea un ente.
Como el alma humana o Dios, el objeto puede estar desprovisto de cantidad o de todo movimiento físico; sin embargo, en tanto que es, ya entra dentro del campo de la metafísica. Por tanto, la cuestión principal en la Filosofía Primera es: ¿Cuáles son los últimos principios del ser, o de la realidad en cuanto que es? Aquí, Aristóteles pasa revista a las opiniones de todos sus predecesores de la filosofía griega, desde Tales a Platón, mostrando cómo cada respuesta sucesiva a la pregunta anterior resulta en cierto modo defectuosa. Especial atención le dedica a la teoría platónica, según la cual las ideas eran los últimos principios del ente. El sostiene que dicha teoría fue formulada para explicar cómo son las cosas, y cómo se conocen las cosas; en ambos casos es inadecuada. Postular la existencia de las ideas separadas de las cosas es únicamente complicar el problema, ya que, a menos que las ideas tengan algún contacto definido con las cosas, no pueden explicar cómo las cosas llegan a ser, ni tampoco cómo llegan a ser conocidas por nosotros.

Matemáticas:
Aristóteles consideró las matemáticas como una división de la filosofía, coordinada con la física y la metafísica, y la definió como la ciencia del ente inmóvil. Esto viene a significar que se centra en el ente cuantitativo, y no limita su atención, como la física, al ente dotado de movimiento.

Filosofía práctica:

Incluye la ética y la política. El punto de partida de los interrogantes éticos es la pregunta: ¿En qué consiste la felicidad? Aristóteles responde que la felicidad del hombre está determinada por el fin o propósito de su existencia, o dicho de otro modo, que su felicidad consiste en "el bien propio de su naturaleza racional", ya que la prerrogativa del hombre es la razón. Su felicidad, por tanto, debe consistir en vivir conforme a la razón, es decir, en vivir una vida de virtud. La virtud es la perfección de la razón y tiene dos vertientes naturales, según consideremos la razón en relación con las facultades inferiores (virtud moral) o en relación a si misma (virtud intelectual o teorética). La virtud moral se define como "un determinado hábito de la facultad de elegir, que consiste en un medio adecuado a nuestra naturaleza y fijado por nuestra razón en la forma en que lo fijaría un hombre prudente". Está en la naturaleza de las virtudes morales, por tanto, el evitar todo exceso así como todo defecto; la timidez, por ejemplo, es tan contraria a la virtud de la modestia como el descaro. Las virtudes intelectuales (comprensión, ciencia, sabiduría, arte y conocimiento práctico) son perfecciones de la razón misma, sin relación con las facultades inferiores. Una peculiaridad del sistema ético aristotélico consiste en que sitúa las virtudes intelectuales por encima de las morales, lo teorético sobre lo práctico, lo contemplativo sobre lo activo, lo dianético sobre lo ético. Un constituyente importante de la felicidad, según Aristóteles, es la amistad, el lazo de unión entre el individuo y la agrupación social, entre el hombre y el Estado. El hombre es esencialmente, o por naturaleza, un "animal social", es decir, no puede alcanzar una felicidad completa mas que en dependencia social y política de sus congéneres. Este es el punto de partida de la ciencia política. Que el Estado no es un absoluto, como enseñaba Platón; que no hay un Estado ideal, sino que nuestro conocimiento de la organización política debe ser adquirido mediante el estudio y la comparación de las diferentes constituciones de los Estados; que la mejor forma de gobierno es aquella que mejor concuerda con el carácter de la gente, son algunas de las doctrinas políticas más características de Aristóteles.

Filosofía poética:

Bajo este apartado se encuentra la teoría aristotélica del arte y su análisis de la belleza. Cuando Aristóteles define que el fin del arte es "la imitación de la naturaleza" no quiere decir que las artes plásticas y la poesía deberían limitarse a copiar los productos naturales; él se refiere a que, al igual que la naturaleza da cuerpo a la idea, así mismo hace el arte, pero de forma más perfecta y elevada. De aquí su famosa afirmación que dice que la poesía "es más filosófica y elevada que la historia". De aquí proviene también su igualmente famosa doctrina de que el propósito del arte es calmar, purificar (katharsis) y ennoblecer los afectos. Por esta razón prefiere la música a todas las artes plásticas, ya que posee un valor ético superior.

El concepto de Aristóteles de la belleza es vago e indefinido. A veces considera el orden, la simetría y la limitación y otras meramente el orden y la grandiosidad como componentes de lo bello. Estas últimas cualidades las encuentra especialmente en la belleza moral. Resulta imposible hacer aquí una valoración del conjunto de la filosofía aristotélica o rastrear su influencia sobre los sistemas filosóficos que le siguieron. Bastaría con decir que, tomado como un sistema de conocimiento, es más científico que metafísico; su punto de partida es la observación, más que la intuición, y su objetivo es averiguar la causa última de las cosas, más que determinar el valor (ético o estético) de éstas. Su influencia se extendió, y todavía se extiende, más allá de los campos de la ciencia y de la filosofía. Nuestro pensamiento, incluso en asuntos muy lejanos de la ciencia y la filosofía, desemboca naturalmente en las categorías y las fórmulas del aristotelismo, y a menudo encuentra su expresión en términos que fueron inventados por Aristóteles, de forma que "las palabras de Aristóteles, entendidas a medias, se han convertido en leyes de pensamiento para otros tiempos"
Jean Piaget:

Atendiendo al significado etimológico del término ciencia como “saber” en general, encontramos dos acepciones: una como saber científico y otra como saber vulgar. Un modo de conocimiento que aspira a formular, mediante lenguajes rigurosos y apropiados, en lo posible con el auxilio del lenguaje matemático, leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Estas leyes son de diversos órdenes. Todas tienen varios elementos en común: ser capaces de describir series de fenómenos, ser comprobables por medio de la observación de los hechos y ser capaces de predecir acontecimientos futuros.

La búsqueda de respuestas a todos los acontecimientos que inciden en la vida real del ser humano ha originado, desde siempre, la continua preocupación de éste por el saber y la verdad, esto es, por los términos caracterizadores de la ciencia. El hombre ha sentido, desde sus orígenes, la necesidad de comprender, cuando el conocimiento sobre algún hecho alcanza un grado de interés generalizado. En lo que se refiere a su clasificación, muchos han sido los intentos de ofrecer una tipología de las mismas. Una primera clasificación general discierne entre ciencia humanas y ciencias de la naturaleza.

La ciencia formal, por tanto, estudia las ideas y utiliza como principios de razonamiento las reglas de la lógica y las matemáticas. La lógica sirve a las demás ciencias para aclarar y analizar las verdades propias de su objeto, proporciona un método para analizar las estructuras de las ciencias, sus conocimientos principales, así como para ver la manera de relacionarlos y resumirlos hasta llegar a sus conclusiones. Las Matemáticas proporcionan el instrumento de formalización decisivo, con el que las ciencias resultan más comprensivas y universales. La ciencia factual o empírica es aquella que analiza los hechos, la relación entre los fenómenos que se observan, trata de explicar la realidad y predecir los acontecimientos.

Las ciencias sociales son las que tienen por objeto el estudio de los fenómenos en lo que intervienen las personas actuando en grupos organizados. Dentro de las ciencias sociales Jean Piaget considera cuatro grandes grupos de materias realizadas por el hombre dentro de la sociedad.

• Ciencias Nomotéticas
• Ciencias Históricas
• Ciencias Jurídicas
• Ciencias Filosóficas
Las ciencias históricas del hombre son “aquellas disciplinas que tienen por objeto reconstruir y comprender el desarrollo de todas las manifestaciones de la vida social a través del tiempo”.
Las ciencias jurídicas se dedican al estudio de las normas, esto es, del debe ser. Finalmente, las disciplinas filosóficas, intentan alcanzar “una coordinación general de los valores humanos”
Las denominadas ciencias nomotéticas las define como: “Aquellas disciplinas que intentan llegar a establecer leyes en el sentido, algunas veces de relaciones cuantitativas relativamente constantes y expresables en forma de funciones matemáticas, pero también en el sentido de hechos generales o de relaciones ordinales de análisis estructurales, etc., traduciéndose por medio del lenguaje ordinario o de un lenguaje más o menos formalizado” Piaget destaca como características principales de las ciencias nomotéticas las siguientes:

1. La elaboración o búsqueda de leyes.
2. La utilización de métodos, ya sean de experimentación estricta o de experimentación en sentido amplio
3. La tendencia a dirigir las investigaciones sobre pocas variables a la vez.
El objetivo e estas clasificaciones, parece claro que la economía es una ciencia social, ya que tiene por objeto el estudio de los fenómenos en los que intervienen las personas actuando en grupos organizados y, como analizaremos más adelante, sigue un método científico. Además, los rasgos de nuestra ciencia son los señalados para las ciencias nomotéticas en general, sin embargo, retomando otra clasificación de las ciencia entre experimentales y no experimentales (categorización que refleja los diferentes caminos para la obtención de los datos y que tiene gran relevancia sobre todo en la forma en que los datos se utilizan para investigar cuestiones de interés y realizar inferencias sobre el mundo real), quedaría enclavada, además, dentro de las ciencias no experimentales.

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